Los pinchallantas pasaron de ser delincuentes de a peso a convertirse en toda una red de estafadores que no solo ponen trampas como pitillos metálicos o tornillos en vías principales de Bogotá y Cundinamarca, sino que actúan con ‘auxiliadores’ que llevan a las víctimas a reparar los neumáticos a negocios específicos.
- CEA Colombia
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